Tip 203: Método para incrementar tu Inteligencia Emocional

Tip 203: Método para incrementar tu Inteligencia Emocional.

Desde el año 1996 en que se publicó el libro de Daniel Goleman “La Inteligencia Emocional”, el ambiente se ha saturado con información sobre el impacto favorable que tiene la IE (inteligencia emocional) en el desarrollo profesional de las personas que lo aplican. Lo que casi no se dice y es el tema principal de este artículo, es cómo TÚ puedes adquirirla, mejorarla o incrementarla.

La definición de IE de Daniel Goleman dice: La Inteligencia Emocional es la capacidad de reconocer nuestras propias emociones y las ajenas, motivarnos y administrar nuestros sentimientos y nuestras relaciones. Al analizar esta definición podemos dividirla en tres partes:

Parte 1 Es la capacidad de reconocer nuestras propias emociones y las ajenas,
Parte 2 Motivarnos,
Parte 3 Administrar nuestros sentimientos y nuestras relaciones

Para fines de este reporte me centraré en la parte 1 de la definición, que señala con precisión que la Inteligencia Emocional (IE) depende principalmente de la capacidad de cada individuo de reconocer e identificar la presencia de emociones. La clave principal para incrementar la IE radica en este aspecto. Todos los seres humanos tenemos la capacidad de incrementar nuestra sensibilidad hacia las emociones, solo hay que entrenarse al respecto, desde luego, el caso opuesto también se da, podemos entrenarnos para disminuir nuestra sensibilidad a las emociones.

Los humanos somos razón y emoción, ambos aspectos son inherentes, no pueden desprenderse. Más aun, si una persona inhibe, rechaza o no les hace caso a sus propias emociones, jamás podrá empatizar con los demás, jamás podrá desarrollar su IE. Más adelante al explicar el método indicó cómo es el entrenamiento para fortalecer la sensibilidad hacia las emociones.

Otro aspecto relacionado con la IE del que poco se habla, son las neuronas espejo. Giacomo Rizzolatti y su equipo de investigación, las descubrieron en el año 1996 en la Universidad de Parma (Italia). Encontraron que los seres humanos tenemos un mecanismo específico para identificar el dolor de otra persona y sentirlo de la misma manera. Las neuronas espejo las clasificaron en neuronas espejo motoras y neuronas espejo emocionales.

Investigaciones posteriores han demostrado que las neuronas espejo que se encuentran en el córtex ventral premotor del cerebro, desempeñan muchas funciones fundamentales como son: La adquisición de nuevas habilidades, el aprender a usar herramientas, el aprender idiomas; el poder transferir habilidades ya aprendidas a otras situaciones, y la posibilidad de visualizar cómo las acciones de los demás pueden afectar a futuro, etc.

Para mayor claridad sobre este tema, es importante no confundir razón con emoción, veamos un ejemplo: Todos los seres humanos tenemos de manera natural habilidades racionales y emocionales, existen personas que por su historia de vida han desarrollado más una de esta habilidades y personas que han desarrollado de manera equilibrada ambas habilidades, lo cual es lo ideal. No significa que estas habilidades desaparezcan, solo se colocan en un estado de reposo hasta que cada individuo decida activarlas. Un ejemplo que muestra la posible confusión con la empatía se presenta a continuación, en donde solo se emplea la habilidad racional. Considere a una persona altamente racional que, al observar la cara de su interlocutor, se percata que tiene las cejas elevadas y la boca abierta, de inmediato infiere que el otro se ha sorprendido, que su emoción es la sorpresa, si bien su detección es correcta, esta se desprende de haber aplicado un proceso eminentemente racional y no emocional. Este tipo de detección no es empatía, el observador dedujo la emoción del otro, no la sintió. Este ejemplo explica por qué personas carentes de empatía son capaces de identificar que siente la otra persona. En este artículo nos referimos exclusivamente al desarrollo de la habilidad emocional.

Los individuos desarrollan sus habilidades emocionales, cuando se dan el permiso de sentir cada vez que reciban información sensorial. El mecanismo interno es que se va generando en la mente un mapa emocional, que se va grabando en las estructuras motoras y emocionales de las neuronas espejo, es decir, se les va entrenando. Una vez que las neuronas espejo ya cuenten con esta información, el individuo u observador sentirá la misma emoción que siente su interlocutor, porque los mecanismos especulares ya saben o ya aprendieron cómo reproducir el mismo estado emocional. A partir de este momento se da el proceso de SINTONIA, que consiste en que se focaliza nuestra atención en otros y llevamos su esencia a nuestro propio mundo interno. De esta manera, interiorizamos el mundo interior de la otra persona y sentimos en nosotros lo que ella siente en sí misma. Cuando esto se produce, el otro se siente comprendido, es decir, se da cuenta de que estamos en sintonía con él, lo que le resulta muy revelador, calmante y satisfactorio. No obstante, en la última fase de la sintonía, las neuronas espejo de la corteza prefrontal realizan un proceso de atribución correcto, de manera que sabe interpretar que eso que estamos sintiendo no nos pertenece, sino que la experiencia original es del otro, permitiéndonos empatizar con los procesos internos que están operando en la otra persona, pero desde cierta distancia. Somo el espejo, no el propio sujeto, y nuestro cerebro tiene la capacidad de reconocerlo y aislarlo.

A modo de resumen: Las neuronas espejo constituyen un puente que conecta a los individuos, permite aprender los unos de los otros, saben reconocer las emociones en los demás, llegan a sentir al de enfrente con empatía y, en definitiva, ayudan a generar un mapa mental completo de la subjetividad de la otra persona, lo cual permite comprender cómo esta experiencia interna del otro interactúa con nuestro propia subjetividad y mundo interior. Por lo tanto, todos los seres humanos, en cualquier momento, pueden desarrollar e incrementar sus habilidades emocionales, el primer paso es querer hacerlo.

Método para incrementar tu IE. Debido a que los seres humanos somos de manera natural individuos emocionales, el entrenamiento es muy sencillo.

  1. Date permiso de sentir. Es natural que el miedo a sentir se presente en algunas personas, sobre todo si las experiencias pasadas al respecto no han sido agradables, sin embargo, es conveniente intentarlo porque la vida sigue y no te funciona perder esta habilidad tan importante para socializar.
  2. Entrenarte contigo mismo. Todos los días y en todo momento percátate de lo que sientes (siempre estamos sintiendo, solo debemos poner más atención), reconoce que tipo de emoción es: asco, miedo, sorpresa, enfado, tristeza o alegría. Identifica claramente cómo se siente, qué la diferencia de otras sensaciones asocia este sentir con el tipo de emoción. De esta forma estarás entrenando a tus neuronas espejo y se ira generando un mapa mental completo.
  3. Identifica la emoción del otro. Al platicar con otra persona, permítete sentir lo que siente la otra persona y simplemente solicítale retroalimentación. Pregúntale: ¿Estas contento?, ¿Me parece que estás enojado?, etc. Con esta retroalimentación irás afinado tu empatía.
  4. Permítete sentir la emoción de tu interlocutor. Con toda consciencia pon atención a tu interlocutor y siente lo que él trata de transmitirte. Exprésale lo que sientes para validar tu sentimiento y para generar sintonía,
  5. Recuerda establecer límites. La emoción que te diste permiso de sentir te permitió sintonizar, pero no te pertenece, establece con toda claridad este límite, la emoción del otro es de él, tu solo estas empatizando para comprenderlo.
  6. No juzgues, solo comprende. Aunque es muy largo explicar porque no es correcto juzgar, solo considera que cada persona toma decisiones en función a sus recursos, su forma de pensar y a la circunstancia específica en la que se encuentre, muy probablemente tus condiciones son diferentes y tus decisiones serían otras. Limítate solo a entender a tu prójimo. Una observación valiosa es señalar que comprender al otro no significa necesariamente aceptar las decisiones del otro.

Aplicar el método propuesto es sencillo y proporciona muchos beneficios casi de inmediato. Al empatizar y sintonizar con las personas que te rodean, lograrás que ellas se sientan muy bien con tu presencia, abriendo canales de comunicación más sinceros y sólidos. Está plenamente demostrado que quien aplica Inteligencia Emocional en sus relaciones interpersonales, tiene un mucho mayor desarrollo profesional en tiempos más cortos, te invito a que investigues sobre este tema.

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Referencias

  1. Goleman, D. (1996). La inteligencia emocional. Vergara. México.
  1. Rizzolatti, G. y Gallese, V. (1998). Mirror neurons. Encyclopedia of Cognitive Science.
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